Contracturas Musculares y su manejo terapéutico
Definición
Las contracturas musculares son la contracción involuntaria y continuada de un músculo y sus fibras, las cuales causan dolor y alteran su funcionamiento normal. Esta contracción mantenida en el tiempo disminuye el aporte de sangre, produciendo en las células musculares un mal funcionamiento, la reducción de nutrientes y oxígeno a la célula muscular, y el acumulo de sustancias de desecho en la zona, generando dolor y limitación del funcionamiento normal de la zona.
Las zonas que con mayor frecuencia se presentan contracturas son: cuello, hombros y espalda. Estas lesiones pueden llegar a ser muy dolorosas e incapacitantes para la realización de las actividades de la vida diaria.
¿Cómo puedes prevenirlo?
Es necesario realizar un calentamiento antes de una actividad física esto para adaptar al músculo para realizar ejercicio. Toma en cuenta que es importante:
- Hacer cambios de postura cada hora.
- Realizar estiramientos cada uno con una duración de 60 segundos.
- Beber suficiente agua y tener una dieta equilibrada.
- Dormir las 8 horas de sueño
- Evitar el sedentarismo y las malas posturas corporales
Causas de contracturas
- Sedentarismo
Las personas que no realizan ejercicio de manera habitual son más propensas a sufrir una contractura cuando realizan cualquier actividad de requiera esfuerzo físico, ya que los músculos no están acondicionados para tal esfuerzo.
- Largas jornadas laborales en usa sola postura
De la mano con el sedentarismo, permanecer mucho tiempo en una misma postura ocasiona contracturas. Por ejemplo, cuando estas mucho tiempo sentado en la oficina.
- Personas Adultas Mayores
Las personas adultas mayores presentan con frecuencia contracturas musculares que se manifiestan de forma frecuente como dolor, limitación para la realización de las actividades diarias y pueden favorecer la inmovilidad en los adultos mayores.
EL proceso de envejecimiento afecta directamente a los músculos, haciendo que disminuya elasticidad, haciéndolos más propensas a sufrir una contracturas al realizar un esfuerzo no habitual.
- Estrés
Esto provoca una contractura involuntaria debido a que se está en constante tensión.
Las condiciones de estrés favorecen la liberación de ciertas hormonas, las cuales aumentan la posibilidad de desarrollo de contracturas y disminuyen el aporte de oxigenación y nutrientes a los tejidos, generan dolor.
- Deporte
Realizar ejercicio de forma constante con un esfuerzo importante genera una alta producción de ácido láctico. El aumento de la acidez en los tejidos musculares puede generar cambios a nivel de los tejidos que favorecen la contracción mantenida de los tejidos, como respuesta al esfuerzo físico, generando contracturas y dolor.
Estar todos los días con actividades físicas que exigen mucho esfuerzo, se corre riesgo de sufrir una contractura como por ejemplo en la práctica de atletismo, baloncesto, fútbol, actividades de acción balística tales como lanzamiento de martillo, de jabalina y actividades de tren inferior como ciclismo, patinaje.
- Deshidratación
Una ingesta inadecuada de agua, así como una alimentación deficiente de nutrientes y electrolitos como magnesio, potasio, calcio, el sodio, o un inadecuado aporte de energía en forma de glucosa al músculo y de vitaminas, aumentan la posibilidad de sufrir una contractura o un calambre, ya que provoca irritación en el músculo, estos son elementos que las células musculares necesitan para su correcto funcionamiento.
Tipos de contracturas
Las contracturas, se pueden distinguir los siguientes tipos:
1. Contractura mioestática
Producida cuando hay un movimiento corporal inesperado, produciendo de momento, este no provoca lesión. Se alivia realizando estiramientos relajantes. Estas contracturas son frecuentes con cambios de posición, es una de las principales formas de origen de las lumbalgias o los dolores en las piernas mientras uno duerme.
2. Contracturas por inmovilización
La falta de movimiento desencadena este tipo de contractura por estímulo muscular, esta es una alerta de que debes realizar estiramientos o actividad física. Esta forma de contractura es frecuente en las personas con síndromes de inmovilización o con las personas con antecedentes de derrames.
3. Contracturas por adherencia del tejido cicatricial
Las cicatrices pueden generar adherencias de los tejidos que se encuentran alrededor, disminuyendo su desplazamiento y su flujo de sangre. Esta limitación del movimiento puede generar dolor, limitación articular, dérmica, o muscular. La falta me movilidad genera estímulos de la zona afectada y puede producir como complicación las contracturas.
4. Contractura pseudomioestática
Desencadenada por reacción del sistema nervioso central, los estímulos que emite mantienen al músculo en contracción constante. Esta se debe al estímulo constante de los nervios sobre los músculos, con poco o nulo tiempo de relajación. Esta forma de contracción se presenta en pacientes con parálisis cerebral, derrames u otros daños a nivel del cerebro.
Tratamiento Terapéutico
- Termoterapia:
La termoterapia es la forma de aplicación de calor local para conseguir un efecto relajante. Esta forma de terapia relaja los músculos, mejora el flujo sanguíneo local y con esto el aporte de oxígeno y nutrientes para la recuperación de la zona.
La termoterapia se aplica mediante diversas técnicas, como por ejemplo, compresas, cataplasmas, piedras calientes, aceite caliente, terapia infra roja, pindas, saunas, entre otras.
- Masajes
Los masajes consisten en la manipulación de diferentes zonas del cuerpo, principalmente masas musculares, donde se realizan roces, fricciones, amasamientos, presiones, con diferente intensidad y dirección, con el fin de alcanzar alivio, efectos terapéuticos, deportivos, estéticos.
Existen diferentes formas de masaje. Los masajes pueden ser drenantes, linfáticos, deportivos, descontracturantes, relajantes, terapéuticos, de modulación del tono muscular, estéticos, entre otros. La determinación del tipo de masaje que requiere cada persona es definida por el terapeuta que realiza la evaluación, según los objetivos propuestos de tratamiento.
- Ejercicios y estiramientos:
Los estiramientos buscan generar el alargamiento de los músculos de forma suave y mantenida, se logra un adecuado estiramiento con una postura mantenida en máxima elongación por aproximadamente 20 a 30 segundos al menos en cada posición.
Los estiramientos buscan mejorar la movilidad articular y las mejoras del tono muscular, el aporte de oxígeno y la nutrición del mismo disminuyendo de manera progresiva la lesión.
Los estiramientos pueden ser definidos para cada área corporal y el conjunto de estiramientos puede ser específico para cada deporte. Sin embargo, la elección de los estiramientos debe ser personalizada, dependiendo de los problemas de salud que presente y las capacidades que se encontraron durante la evaluación del paciente.
- Electroterapia
La electroterapia corresponde a la aplicación de diferentes tipos de estímulos eléctricos que desencadenan efectos específicos en el organismo, como analgesia, antiinflamación, mejoras de la circulación, relajación muscular, potenciación neuromuscular, disminución del edema, control del dolor, regeneración de tejidos y mejora de la sanación de heridas.
La electroterapia es una terapia que se aplica con indicaciones específicas, por lo que debe ser aplicada por un fisioterapeuta, posterior a haber realizado una valoración del paciente.
Nuestro cuerpo es un generador de energía y un buen transmisor de electricidad, lo que favorece que los potenciales energéticos tengan influencia directa en el metabolismo y funcionamiento del organismo.
Recopilado por Lic. Jou Moya, Fisioterapeuta
Revisado por Dra. Xinia Camacho, Medicina general, Fisioterapeuta
Bibliografía
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