Los calambres musculares o espasmos musculares se presentan cuando de forma súbita ocurre la contracción de un músculo y este no se relaja de forma pronta y adecuada.
La aparición de los calambres se ha visto relacionada con esfuerzos físicos exagerados, inadecuado acondicionamiento físico, deshidratación, alteraciones del metabolismo (principalmente desequilibrio de electrolitos como potasio, calcio, magnesio), deficiencia del flujo sanguíneo arterial, realizar ejercicio a temperaturas extremas, realizar ejercicios con mala técnica o realizar ejercicio con mayor tiempo del prescrito o con mayor intensidad.
Recomendaciones
Cuando se presenta un calambre es necesario mejorar la oxigenación del tejido afectado, por lo tanto se recomienda:
- Estire los músculos antes y después de realizar actividad física y realice calentamiento antes del ejercicio
- Mueva despacio la zona afectada para que mejore la circulación de la sangre en el músculo
- Realice masaje o deslice los dedos desde abajo hacia arriba en el músculo para que se relaje
- Camine o mueva la extremidad afectada
- Consuma líquidos, jugos naturales de naranja, tomate, o bebidas hidratantes. Consulte con su médico sobre esta recomendación y la cantidad de líquidos a consumir si padece de problemas del riñón o del corazón.
- Consuma banano y frijoles como fuentes de potasio
- Coloque compresas calientes para que relaje el músculo y mejore la circulación. Se pueden utilizar comp
resas frías para bloquear el dolor, y si se dejan colocadas por más de 10 minutos produce efectos similares al calor.
- Realice actividad física de forma regular en cuanto a su frecuencia e intensidad
- Mantenga adecuadas posturas a la hora de realizar actividad física o con las actividades de la vida diaria
- Acuda a su terapeuta físico de forma regular, para disminuir contracturas, recargas musculares y mejorar la circulación y la condición física
Editado por Dra. Xinia Camacho, Medicina General, Fisioterapeuta